Doctrina

“Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado, y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo Amén”,
San Mateo 28:20.

La falta de conocimiento de las leyes del país, puede llevar al ciudadano a cometer errores y ser sancionado por las autoridades correspondientes.

Así también, quién ignora los puntos esenciales de la Doctrina de Jesucristo, llega a cometer fallas graves o pecados que ameritan sanciones, y en algunos casos, de consecuencia eterna.
Para que un edificio sea sólido y no se derrumbe necesita tener buenos cimientos, fundamentos sólidos, de lo contrario se derrumbará, de igual manera para que un cristiano permanezca en el camino de Dios necesita estar bien fundado en la Doctrina de nuestro Señor Jesucristo.

Puntos doctrinales

Fe (Hebreos 11:6).

La FE siempre ha sido la marca de identificación de un discípulo de Jesús, los primeros fueron conocidos como creyentes. Es el principal punto de la doctrina de Cristo y es la confianza plena y total que se debe tener en Dios y en su Palabra. La fe es un acto de obediencia, en respuesta a lo que Dios ha dicho. La verdadera fe es expresada en:

“Obediencia y Acción, en respuesta al escuchar la Palabra de Dios."

La base de nuestra fe descansa en tres realidades importantes teniendo como fundamento la naturaleza de Dios (He. 6:13):

  • 1. Dios no puede Cambiar (Mal. 3:6, Stg. 1:17).
  • 2. Dios no puede Fallar (Job 42:2).
  • 3. Dios no puede Mentir (Nm. 23:19).

Existen varios tipos de fe:

  • 1. Fe salvadora (Ef. 2:9).
  • 2. La medida de fe que Dios reparte a cada creyente (Ro. 12:3).
  • 3. La fe como fruto del Espíritu Santo (Ga. 5:22,23).
  • 4. La fe como don (1ª Co. 12:8,9).


Arrepentimiento

es el primer paso que damos para recibir la salvación que Dios nos ofrece a través de Su Hijo Jesucristo. Teológicamente consta de tres pasos importantes:

  • 1. Reconocer que se ha pecado (Sal. 51:3,4).
  • 2. Sentir pesar por haberle ofendido (S. Lc. 18:13,14).
  • 3. Tomar la firme decisión de no volver a pecar (Job 34:32).

Arrepentimiento

San Lucas 24:47.

Cuando una persona

se arrepiente de su pecado y cree que Jesús murió por ella, esa persona debe hacer profesión pública de su fe bautizándose el agua. El Señor Jesús les ordenó a todos los que creían en Él, que se bautizaran en agua, pero antes se debe impartir la doctrina que Él estableció:

  • • Las personas que se van a bautizar deben hacerlo por convicción y no por emoción.
  • • El bautismo no es para ser salvo sino por haber sido salvo
  • • El bautismo no es para cambiar de vida sino por haber cambiado de vida.
  • • El bautismo debe ser por inmersión es decir sumergiendo a la persona totalmente en el agua.
  • • Debe ser en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, según lo estableció el Señor Jesús
  • CITAS: S. Mt. 3:13-17; S. Jn.3:23; Hch. 8:38,39.

Bautismo en agua

San Mateo 28:19.

Una cosa es tener

el Espíritu Santo, mas otra es que Él nos tenga a nosotros, que llene nuestro ser completo. Necesitamos no solo la "vida" de Cristo en nuestro interior, sino también el "poder" para expresar esa vida en el exterior. Necesitamos estar "llenos y fluyendo" de esa vida y poder de Dios, necesitamos ser bautizados con el Espíritu Santo, debemos conocer a Cristo no solo como nuestro Salvador sino también como nuestro Bautizador (S. Jn. 7:37-39). Algunas verdades Bíblicas sobre el Bautismo con el Espíritu Santo:

  • 1. El bautismo del Espíritu Santo es una promesa de Dios para todo creyente verdadero (Hch. 2:38,39.)
  • 2. El Señor Jesús sigue bautizando con Espíritu Santo y fuego (S. Mt. 3:11).
  • 3. Para recibirlo debemos desearlo y pedirlo (S. Jn.7:37-39).
  • 4. Está condicionado a una vida de santidad y obediencia (Hch. 5:32).

Beneficios del espíritu Santo en el creyente.

  • • Nos llena de poder espiritual (S. Lc. 24:49).
  • • Nos capacita para ser testigos de poder (Hch.1:8).
  • • Nos ayuda a orar (Ro. 8:26).
  • • Nos guía a toda verdad y toda justicia (S. Jn.16:13).
  • • Podemos mantener una comunión íntima con Dios a través de la oración en el Espíritu (oración en lenguas, 1ª Co. 14:2,4).
  • • Imparte los dones y ministerios en la iglesia (1ª Co.12:28).

Bautismo con Espíritu Santo

San Mateo 3:11.

“Sanidad Divina”, la salud que viene de Dios.

La Sanidad Divina es la manifestación sobrenatural del poder de Dios para impartir sanidad en el alma y en el cuerpo. El ministerio de sanidad es una parte esencial del Evangelio del Reino. La gran verdad de que Dios es un Dios sanador, aparece como un hilo escarlata de promesas a través de toda la Biblia. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, testifican la provisión de Dios para la sanidad de la humanidad. Por otro lado una extensa porción del ministerio terrenal de Jesucristo estuvo relacionada con proporcionar sanidad física a los enfermos y afligidos.

CITAS: He. 13:8; S. Mr. 16:17-20; Stg. 5:14,15.

Sanidad Divina

San Mateo 4:23.

La Santa cena

es una ordenanza del señor Jesús para su iglesia y tiene como objetivo:

  • • Hacer memoria del sacrificio expiatorio que Cristo hizo por nosotros en la cruz del calvario (Is. 53:3-9).
  • • Anunciar la muerte de Cristo hasta que el venga por nosotros.
  • • Recordar que Cristo viene por nosotros para llevarnos con Él al cielo donde celebraremos las bodas del Cordero y tomaremos de la mesa celestial con Cristo el Señor.

    • Algunos puntos a considerar (1ª Co. 11:23-32):

  • • La Santa Cena solo deberán tomarla miembros en plena comunión.
  • • La Santa Cena no es opcional, es una ordenanza del Señor Jesús para su Iglesia por tanto cada miembro debe ser fiel en participar.
  • • Solo pueden participar de la Santa Cena los que son bautizados en agua, son miembros de la iglesia.
  • • Se requiere que cada creyente haga un examen de conciencia antes de participar.
  • • Los hermanos que proceden de otras organizaciones cristianas deberán esperar como mínimo un año para observar su testimonio Cristiano y deberán tomar el discipulado.
  • • Cuando algún miembro comete un pecado debe ser separado de la comunión y podrá ser restaurado hasta que se arrepienta y pida perdón.

Santa Cena

San Mateo 26:26-29.

Cristo Jesús, nuestro Señor,

ya vino una vez a la tierra, cuando nació en Belem y realizó su obra de Redención; actualmente está a la diestra del Padre intercediendo por su pueblo.

Él prometió venir otra vez: “...vendré otra vez...” y esta venida será para llevarnos con Él a las mansiones celestiales, donde ya no habrá más llanto, ni tristeza, ni dolor (Ap. 21:2-7). Allí todo será felicidad.

¡Preparémonos para irnos con Él! ¿Cómo? Viviendo en santidad, en obediencia, trabajando en su obra, evangelizando, adorándolo y mucho más (S. Mt. 24:44-51).

Segunda Venida de Nuestro Señor Jesucristo

San Juan 14:1-3.

Movimiento Iglesia Evangélica Pentecostés Independiente A. R.